lunes, 26 de abril de 2010

Embarazo

Cuando la chica se paró al lado mio dudé. Mi mirada estaba a la altura de su panza y dudé. Miré su cara y volví a dudar: noté un aire angelical que sólo veo en las mujeres embarazadas. Empezó a acariciar su incipiente pancita y ahí dejé de dudar: era una embarazada. Me levanté, traté de abrirme paso entre brazos con olor a chivo y le dije, amable: "Sentate". La chica torció la cabeza, abrió los ojos y me dijo: "¿Por?". "¿No estás embarazada?" dije tímida, señalando su incipiente pancita y temiendo la peor respuesta del mundo. "¿Por qué pensás que estoy embarazada?" preguntó ella, y yo quise eyectarme del colectivo o despertarme de una buena vez de esa horrible pesadilla. "Porque te estabas acariciando la panza" le dije, porque preferí pasar por amable y dulce y no por hija de puta diciéndole "por esa panza que tenés". Ella me miró, y mientras se sentaba, me dijo: "No, no estoy embarazada. Tengo panza porque estoy hinchada. Comí ravioles al mediodía, y me acariciaba la panza porque estaba recordando lo rico que estaban".

viernes, 16 de abril de 2010

No tolero a la gente que no entiende que su hijo/ mascota, no es ni mi hijo, ni mi mascota.

miércoles, 7 de abril de 2010

Molestia

La señora rubia platinada se subió al colectivo, sacó boleto, se acercó a uno de los primeros asientos, le tocó el hombro al chico, y cuando vio que el chico se sacó los auriculares, le dijo: "¿Te molesto con el asiento?".

Y el chico, tranquilo, como si nada, respondió: "Sí, me molesta". Y volvió a ponerse los auriculares.