Es increíble que, a casi cien años de la existencia del colectivo, todavía haya gente que no sepa comportarse en el medio de transporte. Es increíble que todavía haya animales que se paran delante de la máquina expendedora y es casi inverosímil que no entiendan que en estos días de calor infernal, las ventanillas tienen que permanecer abiertas. No está bien que, después de cien años de colectivos e infinitas líneas que recorren toda la ciudad y el conurbano, todavía haya gente que no entienda el "circulando". En el fondo hay lugar. Y ojo, porque también hay especímenes infrahumanos que cuando ven que no hay lugar, siguen empujando como si a presión todos pudiéramos hacernos mas finitos. Es increíble que en el vocabulario de la mayoría de los pasajeros la palabra "permiso" no exista. Es rarísimo que todavía haya gente que no se da cuenta que tiene olor a chivo e igual levanta el brazo, ahogando a todos los que estamos alrededor. Es terrible, que haya personas que no ceden el asiento a embarazadas y ancianos. Es horrible que haya pasajeros que no saluden al conductor y es absolutamente incomprensible que, después de cien años de subirnos a un colectivo, todavía haya gente que no entienda que para defecar, existe el baño.
Pequeña recomendación
-
Amy York Rubin es directora, productora y guionista. Trabajó en todo tipo
de medios: publicidad, política, música, ficción. ¿Por qué estoy acá
escribiendo ...
Hace 11 años